Ghee (Propiedades)
En el cambio de alimentación que asumí desde comienzos de 2012, he sustituido todas las grasas por aceite de oliva virgen y ghee, el que puede ser utilizado como la mantequilla para sofreír, untar, cocinar o en el momento de servir los alimentos a la mesa.
En inglés se escribe ghee (y se pronuncia /gui/). El ghee es uno de los alimentos más valiosos del Ayurveda (sistema de medicina natural; que literalmente significa ciencia de la vida), derivado de la leche de vaca, al que no se le agregan conservantes ni sal ya que no los necesita, pues es considerado puro, incorrupto y un alimento superior con propiedades terapéuticas.
En Ayurveda el ghee es muy apreciado porque favorece el fuego corporal que controla la digestión (agni) mejorando el metabolismo. Este sustituto de la mantequilla tradicional es excelente para equilibrar la fisiología de todas las personas, aun para las que tienden a subir de peso, a quienes se nos sugiere usarlo con más moderación.
Algunas de las cualidades del ghee, como se expresan en el sitio web India Mágica son:
Absorción: El ghee es una parte indispensable de la ciencia de la formulación a base de hierbas ayurvédicas. Se sabe que aumenta la eficacia de ciertas hierbas llevando los componentes activos al interior de las células, aportando un mayor beneficio.
Digestión: Según el Ayurveda, el ghee es el mejor combustible para el Agni (Fuego digestivo del cuerpo). Ayuda a equilibrar el exceso de ácido en el estómago contribuye a la reparación del revestimiento mucoso del estómago. Se dice que ayuda también a mejorar condiciones como la gastritis y las úlceras.
Quemaduras leves: El ghee es también útil para evitar las ampollas y cicatrices causadas por quemaduras y debe aplicarse con rapidez a la piel afectada para obtener resultados óptimos.
Mente: El ghee no sólo es un excelente alimento para el cuerpo sino también para la mente. Se cree que promueve los tres aspectos del funcionamiento mental, mejorando la inteligencia, perfeccionando el intelecto y mejorarndo la memoria.
Balance Ayurvedico: El Ghee ayuda a los tres tipos de doshas, especialmente a Vata y Pitta. A Vata le controla el movimiento de la mente y el cuerpo. A Pitta le armoniza el calor y el metabolismo del cuerpo. Las personas Kapha lo pueden utilizar en sus dietas, pero con mucha moderación.
Potenciador de belleza: Se dice que el ghee contribuye a realzar la belleza del cuerpo, proporcionando fuerza, nutrición y protección a la piel, suavizándola y dándole brillo a la tez.
En El Recetario pueden encontrar un paso a paso de cómo prepararlo. Aunque toma un buen tiempo, para mi ha valido la pena, pues me parece delicioso, liviano y sobre todo benéfico para mi salud. Igualmente lo van a ver referenciado en casi todas las recetas que he dispuesto en el recetario, pues como les conté, se ha convertido en mi sustituto de mantequilla. Pruébenlo y no volverán a la mantequilla tradicional!
* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.
Tomé esta información del blog “El artesano en casa” donde pueden encontrar mayor detalle acerca del ghee, sus propiedades y usos terapéuticos.
Se dice que sus beneficios son altamente apreciados, pues refresca, suaviza, produce claridad de voz, buena complexión y da fuerza; mejora la asimilación de nutrimentos, también la vista, y es eficaz para la longevidad; sienta bien a la piel; es caliente y da firmeza al cuerpo; es bueno para las personas de mala memoria, ya que la mejora notablemente.
El ghee es la mantequilla clarificada, despojada de la proteína, gracias al proceso de ebullición al que es sometida y que consigue separar la proteína y el agua de la grasa, consiguiendo un producto más digestivo y libre de colesterol.
Según El artesano en casa, el ghee (pronunciado /gui/) es una forma semilíquida de mantequilla, muy importante en la cocina india, Pakistaní y de Bangladesh. El término ghee proviene del hindi घी (ghī), el cual a su vez viene del sánscrito घृत (ghritá, pronunciado /jritá/), que literalmente significa ‘salpicado’.