Fenogreco
Nunca en mi vida había escuchado hablar del fenogreco, pero en el proceso de escritura de la novela en la que estoy trabajando, a Eddie, mi personaje principal, lo invitan unos Hare Krishna a comer Kitchari. Investigando sobre este plato, encontré que es una preparación utilizada en el ayurveda para hacer una limpieza y reseteo del cuerpo, así que para poder escribir sobre ella, tuve que probar esta receta a base de lentejas, arroz, especias —como el fenogreco— y verduras.
Las semillas de fenogreco poseen un increíble perfil nutricional, con grandes cantidades de fibra y minerales como el hierro y el magnesio.
Algunos estudios han probado que el consume de esta especia puede contribuir a mejorar la producción de leche materna y ayuda a ganar peso a los bebés recién nacidos. Igualmente, en los hombres, el fenogreco puede incrementar los niveles de testosterona y mejorar su rendimiento sexual.
Pero uno de los beneficios más interesantes de esta bella semilla de color amarillo, es que puede contribuir al alivio de condiciones metabólicas como la diabetes, ya que incrementa la tolerancia a los carbohidratos, mejorando la función insulínica y el control del apetito, en parte, por su gran contenido de fibra.
Otros beneficios que se han observado gracias al consumo de fenogreco es la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, además de las molestas agrieras, ya que contribuye a desinflamar el cuerpo.
Después de probarlo, quedé encantada con su fresco sabor y sus innegables propiedades medicinales, así que continué usando el fenogreco junto con el comino y los agrego en pequeñas cantidades a sopas, vegetales salteados o arroces para potenciar su sabor y recibir sus múltiples beneficios.