Ciruelas
La ciruela se convierte en una suculenta opción, con sólo 46 calorías por 100grs, no contienen grasas saturadas, su índice glicémico es de 39 (Debemos tratar de comer aquellos alimentos con un número inferior a 55) y sin embargo, contienen numerosos compuestos que mejoran nuestra salud, minerales y vitaminas.
Uno de los asuntos con los que hay que ser muy cuidadoso en el momento de comenzar una dieta para perder peso y cuidar la ingesta de azúcar, es elegir las frutas que realmente nos ayudan en este propósito, en este caso, aquellas cuyo índice glicémico sea bajo.
En este caso la ciruela se convierte en una suculenta opción, con sólo 46 calorías por 100grs, no contienen grasas saturadas, su índice glicémico es de 39 (Debemos tratar de comer aquellos alimentos con un número inferior a 55) y sin embargo, contienen numerosos compuestos que mejoran nuestra salud, minerales y vitaminas.
El contenido de fibra dietética de la ciruela, así como el sorbitol y la isatina, son conocidos por ayudar a regular el funcionamiento del sistema digestivo y aliviar el estreñimiento.
Su contenido de vitamina C le otorga a la ciruela una gran fuerza antioxidante, ayudando al cuerpo a desarrollar resistencia contra los agentes infecciosos, luchar contra inflamaciones y eliminar los radicales libres dañinos.
Las ciruelas frescas, sobre todo las amarillas, son una fuente moderada de vitamina A y beta caroteno, nutrientes esenciales para una buena visión y el correcto mantenimiento de las mucosas y la piel. El consumo de frutas naturales y ricas en vitamina A, ayudan a la protección del pulmón, así como del cáncer bucal.
Las ciruelas tienen proporciones abundantes de minerales como el potasio, flúor y hierro; éste último primordial para la formación de glóbulos rojos, así como el potasio, indispensable para la salud celular que contribuye a mejorar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Las bayas, como las ciruelas, contienen cantidades moderadas de complejo B con vitaminas como la niacina, vitamina B-6 y ácido pantoténico, que ayudan al cuerpo a metabolizar los carbohidratos, las proteínas y las grasas, proporcionando además vitamina K, esencial para la coagulación de la sangre, así como responsable de buena parte del metabolismo óseo.
Esta fruta es deliciosa, y puede consumirse sola cuando está dulce o acompañada por un yogur natural cuando está un poco ácida, pero cualquiera que sea la forma de consumirla, es un aperitivo ideal como media mañana y provee de buenos niveles de saciedad.