Brócoli

Muchos tienen reservas hacia este verde y especial vegetal, pero además de ser uno de los más versátiles a la hora de cocinar, es uno de los más saludables que podemos incluir en nuestro menú.

Comencemos con sus múltiples beneficios. Primero que todo protege nuestro sistema nervioso gracias a las cantidades de potasio que contiene, las cuales contribuyen a un óptimo funcionamiento del cerebro, promoviendo el crecimiento normal de nuestros músculos. Así mismo, este verde vegetal contiene calcio y magnesio, componentes que regulan nuestra presión sanguínea.

Y es gracias a este contenido de calcio y de vitamina K, que su consumo nos ayuda en la prevención de la osteoporosis y promueve la salud de los huesos, además de la glucorafanina que contribuye a mejorar los problemas relacionados con la piel. También contiene vitamina C, que nos ayuda a combatir los radicales libres y funciona como un poderoso antihistamínico para aliviar el malestar de los resfriados comunes, a la vez que contribuye a fortalecer nuestro sistema inmunológico, por su alto contenido de beta-caroteno, selenio y zinc.

Algunos estudios han demostrado que la presencia de luteína en el brócoli contribuye a mejorar nuestra visión, previniendo la formación de cataratas y al ser una excelente fuente de vitamina A, ayuda a la formación del retinol, sustancia imprescindible para mejorar la percepción de los colores y en condiciones con poca luz. De igual manera, la luteína disminuye o evita el engrosamiento de las arterias en el cuerpo humano, previniendo enfermedades cardio y cerebro vasculares.

Otro de los componentes ‘mágicos’ del brócoli es la glucorafanina que contribuye a prevenir el cáncer, pues este compuesto elimina las bacterias H. pylori, que aumentan el riesgo de cáncer gástrico y contiene además indol-3-carbinol, que dificulta el crecimiento del cáncer de mama, de próstata y de cuello uterino.

Para la pérdida de peso, el brócoli también es un gran aliado, pues además de que mantiene controlados los niveles de azúcar en la sangre, su presencia de fibra ayuda también a mantener una digestión sana y su carga proteínica es ideal, pues contiene lo mismo que una taza de maíz o arroz por la mitad de las calorías.

Bien sea como acompañamiento de carnes o pastas, en forma de sopa, crudo en una ensalada fría, cocinado con salsa de queso o vaporizado ligeramente con otras verduras, el brócoli es una excelente opción no solo por su rico sabor y versatilidad en la cocina, sino como promotor de nuestra salud en todos los niveles.

* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.