Apio

Cuando pienso en este vegetal perteneciente a la misma familia de la zanahoria, inmediatamente me llega a la mente la imagen de una modelo en dieta estricta y mordisqueando su rama de apio.

La verdad es que me encanta el sabor fresco y la textura crocante del apio, así que no lo veo como castigo para las modelos, menos si lo usamos como acompañante en una rica ensalada de atún y mucho menos después de conocer todos los beneficios que aporta a nuestra salud.

El apio ayuda a reducir los niveles de la hormona del estrés de la sangre, permitiendo que los vasos sanguíneos se expandan, dando más espacio a la sangre para que fluya y reduciendo de esta manera la presión arterial.

Su consumo regular ayuda también a reducir la obstrucción de las arterias por el colesterol. Pero no sólo el estrés es eliminado de la sangre, es tradicional que la infusión de apio ayuda a calmar los nervios y mantener un estado de ánimo más relajado.

Consumido en forma de semillas, el apio contribuye a la eliminación del ácido úrico del cuerpo, razón por la cual ayuda a quienes sufren de cistitis, tienen problemas renales o trastornos de la vejiga, pues actúa como buen diurético. Sus tallos, ricos en potasio y sodio, minerales que actúan activamente en la regulación y equilibrio de los fluidos del cuerpo, también ayudan a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo.

El apio es un alimento excelente para las personas con gota, artritis y reumatismo, ya que sus propiedades anti-inflamatorias ayudan a la reducción del dolor y la hinchazón alrededor de las articulaciones y al contener cumarinas, puede servir para el alivio de las molestas migrañas y a la mejoría de algunas células blancas de la sangre.

Este verde y crujiente vegetal es rico en vitamina C, lo que estimula el sistema inmunológico, aliviando el resfriado común y previniendo el daño causado por los radicales libres, disminuyendo de esta manera la severidad de enfermedades inflamatorias como el asma.

Uno de sus mayores beneficios es el contenido poliacetilenos y phthalides, sustancias anti-cancerosas que regulan todos los sistemas de nuestro cuerpo. Igualmente se dice que el consumo de sus hojas ayuda en a la reducción de los niveles de azúcar en la sangre y que el consumo regular de sus tallos y hojas ayuda a prevenir diversas dolencias de la vesícula biliar, el hígado, el páncreas, enfermedades del riñón, tuberculosis, obesidad, anemia, acidosis, gripa, presión arterial alta, estreñimiento, asma y neuritis.

Ya lo saben entonces! Las hermosas modelos siempre han tenido el secreto en sus manos: Un rico tallo de apio! Tengan en cuenta consumirlo preferiblemente crudo, pues cocinado su índice glicémico aumenta un poco, así que es más recomendable consumirlo fresco en ensaladas de vegetales, como acompañante de un rico atún con tomate o como un refrescante jugo antes de las comidas!

* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.